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No preguntaron: “¿Dónde está el Señor,
que nos hizo subir de Egipto,
que nos fue guiando por la estepa,
por terrenos desérticos y quebrados,
por terrenos áridos y tenebrosos,
por terrenos que nadie atraviesa,
por terrenos donde nadie reside?”.
Los guié a una tierra de huertos,
para comer sus frutos deliciosos,
pero al entrar contaminaron mi tierra,
hicieron mi heredad abominable.
Los sacerdotes no preguntaban:
“¿Dónde está el Señor?”.
No me conocían los expertos en la ley,
los pastores se rebelaban contra mí.
Los profetas profetizaban por Baal,
caminaban detrás de los inútiles.

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